Porque de tal manera amo Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel
que en él cree, no se pierda más tenga vida eterna.
Juan 3:16
Hector Josue Melendez, conocido como Josue por la mayoría de nosotros, nació el 30 de Noviembre de 1964 a sus padres Lionidas Colon y Hector C. Melendez en Bayamón, Puerto Rico. Después de algunos años, junto a su hermano más joven, Cesar, la familia se mudó a Miami, Florida. Allí la familia continúo creciendo y nació Lorene, la hermana pequeña. Josue asistió y se graduó de American Senior High School en 1985.
Algún tiempo después conoció a Odenia en la Iglesia y el 13 de Febrero de 1988 se casaron. El 13 de Mayo de 1990 fueron bendecidos con su primera niña, Yairelis. Después de 11 años, el 23 de Junio del 2001, Dios les sorprendió con otra bendición con el nombre de Natalie. En los tiempos buenos y en los tiempos malos, en enfermedad y en salud, en abundancia o en escasez, Josue y Odenia celebraron 26 años de matrimonio el 13 de Febrero del 2014.
Por más de 30 años Josue toco el bajo en la Iglesia, 25 de esos años los toco junto a su amigo y Pastor, José F. Rodríguez, en Bethel BIC y después en Esmirna BIC, iglesia de la que la Familia Melendez ha sido miembro por los últimos 18 años. Lo hizo con pasión y amor. Fue un excelente músico, perfeccionista, inteligente. Manejaba todo lo relacionado con electrónicos, equipos de sonido, instrumentos, computadoras, sistemas digitales, etc. Eso más que verlo como un trabajo voluntario lo disfrutaba a plenitud. Era innovador, dedicado, disciplinado. Hombre de respeto, serio, pero a la vez cortés, amable y firme en sus convicciones. Esposo, padre, amigo, compañero.
A pesar de enfrentar diabetes, dolores y trasplante de órganos, Josue nunca permitió que su condición física, le impidiera tocar para su Señor y Salvador Jesucristo. Sirvió al Señor tocando el bajo hasta los últimos minutos de su vida. Su última canción, fue “Amamos tu Presencia, oh Dios”. Todos debemos aprender de él y vivir por su ejemplo. No importa la circunstancia que enfrentemos, nunca dejemos de usar los dones que Dios nos ha dado y nunca dejemos de adorar al Señor.
Al partir con el Señor Josue dejó un legado de carácter, honestidad, fidelidad, compromiso, verdadera amistad, justicia, relación familiar, resistencia y entrega a Dios, a su familia y a su Iglesia.
Gracias Señor por habernos Regalado a Josue todos estos años para que su ejemplo nos motive a servirte a pesar de nuestras circunstancias. A Dios sea la gloria.